El Congreso chileno aprobó esta semana una ley que reducirá gradualmente la semana laboral de 45 a 40 horas, una recomendación que hizo hace seis décadas la Organización Internacional del Trabajo, OIT, y que abre nuevamente el debate sobre la productividad y calidad de vida.
Menos es más. Gabriel Boric, presidente de Chile, promulgó la ley para reducir de 45 a 40 horas semanales la jornada laboral, una iniciativa tildada de "histórica" e "indispensable" y que estuvo encajonada durante seis años bajo la crítica de muchos sectores. "Hoy es un día histórico. Se hace realidad algo que durante mucho rato nos dijeron que era imposible, un acto de voluntarismo, solo para complicar o para aparecer en la prensa. Que esas eran cosas para Europa. Eso nos decían en ese momento. Estamos dando un paso tremendamente importante en el camino hacia el bienestar y mejor calidad de vida para quienes son el motor de Chile, sus trabajadores y trabajadoras, y sus familias", afirmó el mandatario chileno. Boric, cuyas reformas sociales y económicas se mantienen atoradas por la oposición y el rechazo de los votantes a una nueva Constitución progresista, se anota una de sus primeras victorias desde el Ejecutivo: restituir, al menos gradualmente, el tiempo de los trabajadores en las empresas. La nueva ley obliga a trabajar una hora menos a la semana por año hasta que la semana laboral alcance las 40 horas, dejando a Chile a la par de la mayoría de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE.
La ley se promulgó gracias al diálogo y consenso con los sindicatos, empresarios y sector público. De hecho, varias empresas anunciaron que adoptarán la ley, incluido el gigante estatal del cobre Codelco.
"Espero que al finalizar este periodo de cuatro años los chilenos vivan mejor, tengamos más justicia. Vamos a seguir avanzando en esa dirección, por ejemplo, con la reforma de pensiones, tributaria, en seguridad, a la salud, y otras tantas gestiones donde necesitamos el concurso de todas y todos", reiteró el presidente Boric.
El Ministerio del Trabajo de Chile afirmó que más de 4,7 millones de trabajadores adscritos al Código del Trabajo serán beneficiados. "El aporte que hicieron los empleadores ha sido también enriquecedor para el proyecto de ley, que aborda los aspectos de aquellos trabajadores que tienen jornada ordinaria de trabajo, especiales y excepcionales. Busca el descanso efectivo de los trabajadores, con derecho a su sueldo e implementación gradual para que, con responsabilidad económica, cuidemos el empleo", agregó la ministra del trabajo, Jeanette Jara.
Varias empresas pequeñas y medianas criticaron la ley. Su principal argumento es que no tienen recursos para contratar a más trabajadores y reponer las horas perdidas, aunque la normativa incluye incentivos económicos para quienes adopten las 40 horas antes de los cinco años del plazo establecidos.
De esta manera Chile se convierte en el tercer país de la región, tras Ecuador y Venezuela, en convertir las 40 horas semanales en una norma, pero es excepción en la región, donde la mayoría de países tienen leyes que estiman la jornada laboral en 48 horas.
Con EFE y Reuters
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