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Colegio Médico de Antofagasta y la cuarentena

Colegio Médico de Antofagasta y la cuarentena: “Fue un fracaso porque no hubo una estrategia diferente”

Michel Marín, vicepresidente del gremio, dijo que la región tiene una alta movilidad por sus actividades productivas y que si la continuidad operacional de éstas es esencial, los trabajadores deberían ser vacunados de forma prioritaria. “No hay aforo en los aviones ni en los buses de transporte del personal productivo”, agregó.


El vicepresidente del Colegio Médico de Antofagasta (Colmed), Michel Marín, calificó como un fracaso la cuarentena que rige desde el 14 de enero en la ciudad, y que a dos días de concluir, no registra el descenso esperado en la cifra de contagios. El profesional criticó que no se aplicara ninguna estrategia diferente para disminuir el número de infectados, apuntando a la alta movilidad desde otras regiones y de la propia zona, junto al nulo control del aforo en el transporte aéreo y terrestre, entre otras medidas que propuso el gremio.


Las autoridades reportaron ayer 317 nuevos casos de covid en la región y de ellos, 230 pertenecen a la comuna de Antofagasta. A pesar de que este jueves la comuna cumple un mes de confinamiento y por orden ministerial la Fase 1 debe terminar, se mantiene en un promedio de 200 contagios al día, números incluso superiores al inicio del confinamiento.


Para el vicepresidente del Colmed, “la cuarentena fracasó, no hubo ninguna estrategia diferente, la estadística de infectados bajó levemente, y se siguieron haciendo las cosas de la misma manera y no se pensó que había cuatro semanas para hacer cambios importantes, pero no hicimos nada. ¿Y dónde estamos cuatro semanas después? En el mismo punto, no tenemos resultados diferentes porque no hicimos nada distinto”. El facultativo señaló que el confinamiento lo que hizo fue bajar las aglomeraciones en el centro, situación que anteriormente las mismas autoridades habían permitido.

Ajustes

Marín dijo que plantearon a las autoridades que era el momento ideal para efectuar ajustes y disminuir los casos, los que bajaron levemente, pero en el contexto de un hospital colapsado y que envía pacientes críticos por covid a otras regiones.


“Propusimos cambios que nos parecían bastante lógicos, más que la restricción vehicular los fines de semana. Aumentar el testeo, mejorar la trazabilidad, lo que sí se realizó porque era pésima antes de iniciar la cuarentena. Y el tema del distanciamiento, que es imposible por ejemplo en el aeropuerto, no hay aforo en los aviones ni en los buses de transporte del personal productivo”, mencionó. Esto, considerando que el aforo se fiscaliza hasta en las tiendas y almacenes más pequeños de la ciudad.


Y declaró que son conscientes de que actividades como la minera o la energética no pueden detenerse por el impacto económico que implica. Pero al mismo tiempo expuso que “es urgente que la autoridad de gobierno defina qué es ‘actividad esencial’. Si la minería y la energía son esenciales, entonces tendría que priorizarse la vacunación para las personas vinculadas a estas actividades productivas. Si no son esenciales, tienen que disminuir su movilidad”.


También criticó que a los trabajadores que vienen de otras regiones les aplican la PCR en Antofagasta, y si están infectados, significa que llegaron a la zona en avión o bus manteniendo contactos estrechos en todo el trayecto y lugares de embarque. “Que se exija una cosa básica, que tomen las PCR en su ciudad de origen y si sale positiva, que la persona no viaje”, propuso el dirigente.


La comunicación de riesgo es otro punto que cuestionó Marín, ya que por un parte se menciona la disponibilidad de ventiladores, pero al mismo tiempo se envían pacientes críticos a otras regiones. Además, mientras los especialistas en salud llamaban a mantener las medidas para evitar una explosión de contagios por las festividades de final de año, se autorizaron permisos para salir de vacaciones.

Una semana tarde

Christian Muñoz, doctor en Ciencias Biológicas y director del Laboratorio de Virología Molecular de la Universidad de Antofagasta, añadió que desde su punto de vista, “la cuarentena se implementa una semana tarde, antes ya habíamos visto que estábamos en una etapa de un salto explosivo de los casos entre la última semana de diciembre y la primera de enero”. Lo que esperaban los especialistas, dijo, es que en un periodo de dos a tres semanas después del inicio del confinamiento, observaran una disminución en el número de infectados, lo cual no ha ocurrido.


“Entre las teorías, podría ser que la cuarentena no se ha respetado, con un alto flujo vehicular y de personas en la ciudad. También que en esta ocasión hay más flexibilidad en comparación a las experiencias anteriores, como los permisos de vacaciones. Hay otra hipótesis que debe resolver la autoridad sanitaria y tiene que ver con la rapidez que ocurrieron los contagios, tal vez ya existan las variantes virales descritas en otros países y que son más contagiosas que la original”, detalló.


El doctor manifestó que otro factor importante que incide en los números de la pandemia en Antofagasta, son las reuniones familiares. Esto, ya que varias muestras positivas que han analizado en el laboratorio, tienen como factor común pertenecer a un mismo grupo familiar.

“No tuvimos el efecto esperado»

En el balance diario de la emergencia sanitaria, el seremi de Gobierno, Marco Vivanco,explicó ayer que todas las medidas que se toman para enfrentar la pandemia son un trabajo conjunto, y que lamentablemente en este confinamiento, “no tuvimos los efectos de cuarentenas anteriores” (…) Analizamos diariamente cómo mejorar las fiscalizaciones, concentrar los esfuerzos, la trazabilidad que hoy cuenta con diez personas más y también tendremos trazabilidad el fin de semana, que era un tema que nos estaba costando”.


Vivanco dijo que continúan buscando medidas que permitan bajar las cifras, insistiendo que “el autocuidado siempre será la primera barrera y la más efectiva”.


Por su parte, la seremi de Salud, Rossana Díaz, expresó que no hay ninguna medida que no sea buena para intentar detener la pandemia y, que unas sirven más que otras. “No hablemos de fracaso cuando hemos logrado mantener a un país con un nivel alto de vacunación a la fecha, cuando tenemos todos nuestros equipos desplegados, cuando las Fuerzas Armadas están ayudando y los privados trabajan con los públicos. La única palabra que no podríamos usar en este momento, es fracaso”, aseguró.




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